De la buena voluntad
“Tun, tu ¿Quién es? Gente de Paz, Ábrame la puerta que ya es navidad Aguinaldo Venezolano A veces pienso en aquella frase que dice que mientras más se conoce a las personas más se quiere al perro. Viendo a mi perro tiendo a afirmarla sin ambages. Pero de pronto me coge el temor de que su aceptación en contra del mundo humano me deshumanice a mí, ésta es la paradoja. Cuando la tristeza o los desengaños tocan nuestra puerta se debe a que hemos abierto sin preguntar “¿quién es?” . Entonces se comportan como esa gente que viene a tu casa sin considerarte ni apreciarte pero que necesitan alojarse contigo. Gente que se aprovecha de tu hospitalidad y que luego se marchan disgustados porque no les diste lo suficiente. Esta situación nos debilita, confunde y ofende. No sabes cómo actuar y al final te vuelves como tu huésped, desagradecido. ¿Qué ha pasado aquí? ¡De repente me escucho alabando a mi perro y maldiciendo a la humanidad! La cosa es